Tribulaciones de un abogado que quiso ser actor o el oloroso caso de la manzana verde
Tribulaciones de un abogado que quiso ser actor… obra de teatro escrita a la medida del autor y disfrutada por el público asistente el pasado 25 de agosto.
El teatro, otra de las actividades incorporadas en nuestro repertorio, nos permitió mostrar a los envigadeños asistentes el potencial de un teatrero como Ramiro Tejada. La obra escrita por José Manuel Freidel, tuvo una oportunidad más de divulgación.
De lo apolíneo a lo dionisíaco, Ramiro, bajo mi óptica es un hombre sencillo y leal. Un hombre de sorpresas y contrastes que no pasa desapercibido en ninguna parte. No fue difícil para José Manuel Freidel leer en él su disposición para el teatro. Ramiro no vive su vida, más bien, la representa.
Después de abogado y actor, Ramiro es escritor y poeta. El género epistolar es otra de sus grandes pasiones. Me di cuenta cuando empecé a recibir sus primeros correos. Me gustaba tomarle el pelo. Era una provocación a la cual Ramiro respondía con ingenio. Bastaba una frase, una palabra, el fragmento de un poema “Y era una sola sombra larga…” Y su capacidad de improvisar, de inspirarse, su ingenio; se manifestaban. Como para Clara de Juan Rulfo, como para Ofelia de Pessoa, como para Milena de Kafka; me llegaron por algún tiempo, desde El palomar de las cartas, los correos, para Gauguín de Miró.
Escribe en serio, lo que al conocerlo parece imposible. Girones de la memoria es una crónica crítica del teatro de Medellín. En Amor a la carta, Ramiro es el escritor de cartas de amor, y “Como el Gaviero que desde el mástil otea el horizonte, el escribano del amor sale para anunciar ¡Corazón a la vista!”.