Claudia Alexander
Investigadora, científica especializada en geofísica y ciencia planetaria. Afroamericana nacida en Canadá. Fue gerente del último proyecto misión Galileo a Júpiter de la NASA. Actualmente es la directora de la NASA en el proyecto científico europeo misión Rosetta cuyo objetivo principal es el estudio del cometa Churyumov-Gerasimenko.
Escogí esta mujer para contarles su historia no solo por ser una noticia del momento, sino porque la admiro. Quizás ustedes no se preguntaron cuando vieron a Philae descender quién estaba a la cabeza de una misión tan importante. Resulta sorprendente encontrarse con su sencillez y voluntad. Capacitada por sus conocimientos para asumir este papel, también fue clave su participación para establecer los enlaces entre las diferentes agencias. En el mundo de la ciencia espacial, Claudia Alexander es un nombre muy conocido. Ha pasado los últimos quince años de su vida esperando el aterrizaje de una nave espacial del tamaño de una lavadora en la superficie de un cometa de hielo supuestamente lleno de rocas y laderas empinadas pero sin poder asegurar si su núcleo es de polvo como el talco o es duro como el diamante.
Atrás quedaron los días de su adolescencia cuando quería ser periodista. Desde su oficina en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en La Cañada Flintridge, ella supo esperar todo este tiempo, consciente de que muchas cosas podían salir mal y asumiendo el cargo de supervisar tres de los instrumentos de la nave y hacer el apoyo de seguimiento y navegación de Deep Red, de la agencia espacial en la tierra. Su misión También es diplomática y difícil porque la NASA no está acostumbrada a jugar un papel de apoyo en misiones de alto perfil. “Quiero que la gente entienda que estas cosas son difíciles de hacer”, dice ella.
¿Y cuál es la fascinación de Claudia? Ella, como el grupo de científicos involucrados, cree que estos cometas que se formaron en los primeros días del sistema solar congelaron en sus núcleos los mismos materiales primordiales que componen los planetas. Al igual que la piedra Rossetta, guardan los secretos de esos primeros días. La histórica piedra la motivó a coleccionarla. Tiene representaciones de ella en su computadora en la alfombrilla del ratón y una foto con la piedra original en el Museo Británico.
Claudia quería ser periodista pero sus padres no estaban dispuestos a invertir en ese estudio. A esa negativa le debe estar hoy a cargo de una posición de tanta responsabilidad. En 1983 recibe su licenciatura en geofísica de la Universidad de California de Berkeley. En 1985 alcanza la maestría en geofísica y física del espacio en la Universidad de California de los Ángeles. En 1993 obtiene el doctorado en la física del plasma espacial en la Universidad de Michigan y fue declarada la Mujer del año.
Se ha desempeñado en cargos cada vez de mayor importancia. En el Servicio Geológico de Estados Unidos estudió la tectónica de placas. En el Centro de Investigación de Ames participó en la observación de las lunas de Júpiter. Trabajó como coordinadora de la ciencia para el instrumento de ondas de plasma a bordo de la nave espacial Galileo antes de ser jefe de la misión. Los temas de investigación donde ha participado son apasionantes, desde la evolución y la física interior de los cometas, hasta Júpiter y sus lunas magnetosferas, la tectónica de placas, el plasma espacial, las discontinuidades y la expansión del viento solar y el planeta Venus.
Es miembro de la Unión Geofísica Americana y de la Asociación de Mujeres Geocientíficas. Recibió el Emerald Honor en Investigación e Ingeniería para mujeres de color, en 2003. Es editora de la Revista, Ingeniero Negro e Información Magazine de Tecnología.
Tenía 40 años cuando inició su trabajo como científico del proyecto de la misión Rossetta en el año 2000. Para la gestión de la NASA su edad era una ventaja, se necesitaba alguien que pudiera estar al tanto del proyecto durante todo su desarrollo.
Valora su papel de mediadora entre culturas y razas. "Estoy acostumbrada a caminar entre dos culturas diferentes", dice. "Para mí, este es uno de los propósitos de mi vida”.
Para Claudia ser líder tiene una significación importante pero muy personal. “Tienes que ser un buen oyente, escuchar incluso a quienes no están de acuerdo contigo. Ser un buen comunicador, persuasivo. Tienes que tener visión y ser capaz de hacer que los demás vean. Debes motivar, no solo por sacar a la gente a cenar. Si las personas odian levantarse e ir a la oficina todos los días, entonces preparaste el escenario para un ambiente estresante. Es bueno hacer que tu proyecto sea una alegría para todos los involucrados. Estas son las cosas que son importantes para mí, yo soy una creadora de consenso. Pero para algunos, un buen líder da órdenes, gestiona y controla todos los aspectos de un proyecto, incluyendo el tener un montón de reuniones y la organización del tiempo de todo el mundo. Estas personalidades tienden a preferir el liderazgo de arriba hacia abajo, disfrutan de ser el centro de atención.”
Claudia considera tener dos mentores sin los cuales no sería lo que es, pero ellos no podían enseñárselo todo. Una gran preocupación fue la de lograr la combinación adecuada de trabajo familia. Algunas de sus colegas también consideran que encontrar el socio adecuado en la vida es esencial para hacer un trabajo de equilibrio. Satisfacción personal y recompensas financieras no son proporcionales en este campo. Ella quiere que la gente sepa que es una persona más o menos normal dedicada a hacer ciencia y que le gusta la parte itinerante de su trabajo.
Y no solo hace ciencia. Lee novelas, ha visto en Wimbledon a Roger Federer y en el torneo de Indian Wells a Rafael Nadal. Es escritora miembro de Romance Writers of America. Escribe para niños y está escribiendo una novela. Participa en el Informe del blanqueador, un blog de tenis en línea y como si fuera poco monta a caballo en su tiempo libre. Su mayor orgullo, en el llamado campo de la diversión, fue la selección de uno de sus cuentos para ser publicado en la revista Maravillas. Una revista online, dedicada a los steampunk, cultura, historia y arte. El cuento seleccionado es una adaptación al estilo steampunk, de Cuento de invierno de Shakespeare cuyo título es Leo Reina mecánica.
No parece propio de una mujer dedicada a la ciencia estar relacionada de esta manera con lo cultural, dedicarse tan juiciosamente a la literatura e incursionar en un campo difícil por lo novedoso pero tal vez afín a sus experiencias. Este sub-género de la ciencia ficción es una forma interesante de crear nuevos universos alternativos, ya sea en el plano literario o estético. Muchas cosas se enmarcan en él: retro y ciencia ficción. Son universos literarios estéticos e imaginativos. Un mundo futurista de perspectiva asfixiante para crear mundos post-apocalípticos o post-capitalistas.
Cuento de invierno de Shakespeare es un género de cuento en donde toman parte los espíritus, los cumplimientos de antiguas profecías o la fuerza del destino. Comedia en cinco actos, en prosa y verso, escrita en 1611. Su fuente principal fue la novela Pandosto o el triunfo del tiempo de Robert Greene. El steampunk es pasado y futuro al mismo tiempo.
Su desempeño como científica y su dedicación como escritora en el campo de la ciencia ficción parece tener sus raíces en una experiencia vivida entre los cinco y los seis años: “La película Fantasía abrió una vía imaginativa de maravilla para mí acerca de mundos distintos de la Tierra. Mundos primitivos, y el gran significado de las fuerzas geológicas que pueden impactar en esas formas de vida.”
En una entrevista le preguntaron si ella tomaba riesgos, a lo cual respondió: "Definitivamente no soy alguien que disfruta del riesgo físico. No quiero saltar de un avión. Yo no quiero ir a escalar en una roca, pero he adquirido una gran cantidad de riesgos sociológicos en mi vida", “Tomé una carrera que nadie quería que yo hiciera, no en mi familia. Así que afronté un riesgo en no seguir el redil, vamos a decirlo de esa manera."
No siempre fue extrovertida como la vemos hoy. Ella dice: "Yo era una chica muy sola, era la única negra en más o menos una escuela para blancos y pasé mucho tiempo conmigo misma, con mi imaginación. Se mejoró la situación a medida que crecía, yo estaba decidida a hacer amigos. Creo que salí de esa experiencia confiada en mi capacidad de tener amigos donde quiera que vaya".
El proyecto Rosetta
La nave espacial Rosetta fue diseñada para llegar al cometa Wirtanem que mide seis décimas de kilómetro, y medio de ancho. Los ingenieros descubrieron un problema en uno de los cohetes y decidieron elegir un cometa cuatro veces más grande para continuar el proyecto. El módulo de aterrizaje Philae ya estaba diseñado para posarse en un cometa más pequeño y de menos gravedad. El nuevo plan de vuelo también tomó un orbitador más lejos del Sol por eso los paneles solares no iban a generar la energía necesaria, por lo tanto la Agencia Espacial Europea no tuvo otra alternativa y creó un plan de vuelo que incluía una hibernación de tres años.
En marzo de 2004 se había lanzado Rosetta, siete años más tarde fue puesta en reposo hasta el veinte de enero de 2014 cuando sonaron los relojes de alarma. Desde principios de agosto, Rosetta ha estado en órbita alrededor del cometa para recoger información sobre la topografía de la superficie, información necesaria para seleccionar el lugar de aterrizaje para Philae. Se necesitaba un sitio que recibiera suficiente luz solar para alimentar los paneles. Ninguna de las opciones de aterrizaje era buena. Terminaron escogiendo lo que Claudia describe como "la menos peor" con pendientes más superficiales y menos rocas.
Durante el aterrizaje de Philae no se podía ejercer un gran control, hubo un momento en que quedó por fuera de nuestras manos, dijo Claudia. Sus arpones no pudieron anclarse a la superficie. Tomó fotos al iniciar su descenso. Los sensores en la parte inferior del módulo informaron sobre la textura de la superficie del cometa y se desarrolló una tomografía computarizada del núcleo. Aunque sólo sea por eso, es un gran paso en la ciencia de los cometas, dijo Claudia.
Con una gravedad 60.000 veces menor que la de la Tierra, el módulo de aterrizaje se tomó siete horas en caída libre para aterrizar, después pasaron 28 minutos antes de que la nave nodriza Rosetta hiciera llegar una señal a la Tierra. Cuando la sonda agotó su batería, terminó su misión de 64 horas.
Los cometas se remontan al momento en que se formó el sistema solar y preservan las moléculas orgánicas antiguas como si fueran una cápsula del tiempo. Cosac, instrumento para oler la atmósfera y detectar las primeras moléculas orgánicas, pudo cumplir con su misión tras el aterrizaje, dijeron los controladores. Mupus, midió la densidad y propiedades térmicas y mecánicas de la superficie del cometa y mostró que no era tan blanda como se había creído, el sensor térmico no pudo ser instalado, porque tras superar los 10 a 20 centímetros de polvo, alcanzó una capa tan dura como el hielo. Para el momento del encuentro, la cola que normalmente tienen los cometas estaba muy pequeña. En su camino hacia el Sol, se crea esa estela de polvo y gas, cuando se acerque más y más, Rosetta será testigo de los elementos y materiales que la conforman.
Para estos días de Navidad, Unai López, jefe de proyectos de Sener, una de las empresas españolas que ha participado en el diseño y gestión de la operación, ofrecerá en una reunión numerosos datos técnicos, como parte de la promoción cultural navideña.
Las últimas imágenes enviadas por la nave Rosetta son una serie de fotografías de un acantilado de un kilómetro de altura. En la Tierra sería el más alto del planeta. Según los científicos la superficie del cometa está plagada de escombros.
Ya han detectado elementos como agua, metano e hidrógeno. Se encontró agua, pero del tipo equivocado. La muestra tiene tres veces más deuterio, una variación atómica del hidrógeno, como hidrógeno en moléculas de agua en la Tierra. Esto sugiere que la reserva original del agua de la Tierra podría ser de los asteroides y no de los cometas.
En vez de las seis o siete horas de luz solar previstas, los científicos solo disfrutan de 1,5 horas. A pesar de las circunstancias el robot parece operar bien. A varias decenas de kilómetros la sonda Rosetta sigue orbitando en torno al cometa y tomando fotografías. En estas fotografías los científicos identificaron el lugar donde Philae realizó el primer impacto, pero no la grieta donde se encuentra actualmente. Pero dan por descontado que podrán ubicarlo en breve gracias a los datos que envían el robot y la sonda espacial. También pudo captar un nuevo flujo de gas y polvo que se puede deber a una atmósfera en desarrollo alrededor del cometa.
Antes de comenzar el 2015, los científicos pudieron ver las primeras imágenes en color del cometa 67P Churuymov-Geramisenko. La imagen no es muy nítida porque la tecnología del módulo es de 2004. El nuevo informe de la ESA y del Centro Aeroespacial Alemán, se dará a conocer en dos semanas y podremos ver nuevas fotografías con mejor resolución.
La misión Rosetta ha sido todo un éxito. Todavía le quedan muchos meses de vida, hasta el próximo diciembre en 2015.
Por: María Jaramillo