Poéticas, literarias, arte y cultura

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La clausura, un regalo para nuestros amigos y seguidores

26.12.2014 19:25

La amistad una fuerza esencial

Los anillos de Claddagh 

simbolo tradicional de lealtad y amistad

Y este año celebramos nuestra amistad con música celta. Una hora de esparcimiento Entre amigos de Gotas poéticas. Fue nuestra manera de decir gracias a quienes durante el año nos han acompañado, orientado y prestado su colaboración, compartiendo sus conocimientos. Una velada con Luisa Garcia, Juan David Estrada y David Taborda,  músicos jóvenes de gran valor, intérpretes de la música celta unidos en la misma virtud y comprometidos para lograr una presentación emotiva y envolvente, donde los asistentes entre canción y canción recrean la imaginación no solo por la calidad interpretativa sino rememorando una cultura emparentada con el arte y los vínculos afectivos.

Los  celtas eran un pueblo tan poético como mágico. Vivian su realidad poblada de dioses, duendes y hadas. No es fácil saber cómo concebían el universo porque sus conocimientos los guardaban en el más absoluto secreto. Los celtas transmitían sus tradiciones mediante canciones, leyendas y relatos orales que se convirtieron en mitos. De su lirica se deduce que su cosmovisión no era dual. El bien y el mal, lo visible y lo invisible, lo humano y lo divino, no eran aspectos enfrentados o separados sino que cada uno de ellos representaba una amistad armónica y unificada. Los opuestos para los celtas eran solo la manifestación de la ambivalencia del universo. La unidad armonizadora era la amistad. El dualismo que separa lo visible de lo invisible, el tiempo de la eternidad, lo humano de lo divino, les era ajeno. Su sentido de la amistad ontológica generaba un mundo empírico impregnado de una rica textura de alteridad, ambivalencia, simbolismo e imaginación.

El Anam cara era la persona a quien uno podía revelar las intimidades ocultas de la vida. Esa amistad trascendía todas las convenciones y categorías. Los amigos espirituales estaban unidos de una manera antigua y eterna. 

Poesía celta

Canción de Amergin

año 1.268 antes de Cristo

Invoco a la dulce tierra de Éire
bañada por el pródigo océano de luz.
Fértil es la montaña colmada de fruta,
fruta esparcida por el bosque de lluvias,
de lluvia es el rio de cascadas,
cascadas junto al lago de profundo lecho,
hondo es el pozo de la cumbre,
una hondonada de tribus es la asamblea.
una multitud de reyes es Tara,
Tara es la colina de las tribus milesias,
las tribus milesias de los descendientes de Míl,
de Míl el de los barcos formidables,
como un barco formidable es la dulce tierra de Éire,
dulce tierra de Éire cantada con misterio,
y conjuro de gran conocimiento,
la gran ciencia de las esposas de Bres
las esposas de Bres de Buaigne
pero a la inmortal diosa Éire,
Eremon la ha enamorado.
Yo, Amergin, la invoco.
Invoco a la dulce tierra de Éire.

Poema anónimo del siglo noveno

¡Siempre frío!

La más grande tempestad en todas partes;
los arroyos se han convertido en ríos
y cada lago ha quedado rebosado.

Como un magno mar cada lago se eleva,
cada cosa pequeña es una multitud,
las gotas de lluvia son blocas de escudos,
los copos, son pieles de carnero blanco.

Un pozo es cada sucio charco,
se alza el llano, un bosque es cada páramo;
no hay refugio para las bandadas de aves que tiemblan
y la blanca nieve nos llega a la cadera.

La escarcha ha cortado los caminos
rodeando, artera, el menhir de Colt:
la tempestad se atrinchera por todos lados
y nadie atina más que a decir “¡Frío!”.

Poema de John Keats 

 ¿Dónde está el poeta?

¿Where's the Poet?, John Keats - 1795-1821

¿Dónde está el poeta? Nueve Musas,
reveládmelo, que pueda conocerlo.
Es aquel hombre que ante cualquiera
como un igual se siente, aunque fuere el monarca
o el más pobre de toda la tropa de mendigos;
o es tal vez una cosa de maravilla: un hombre
entre el simio y Platón;
es quien, a una con el pájaro,
reyezuelo o águila, el camino descubre
que a todos sus instintos conduce; el que ha oído
el rugido del león, y nos diría
lo que expresa aquella áspera garganta;
y el bramido del tigre
le llega articulado y se le arraiga,
como lengua materna, en el oído.

Fotos cortesía de José María Ruiz